jueves, 17 de febrero de 2011

CRUZANDO EL RIO

Caminamos por nuestra vida. A veces despacio, otras veces deprisa, y otras…. sencillamente corremos. Pero llega un momento en que algo nos detiene. Algo inesperado, o quizás no tan inesperado como pensamos.

Realmente esta ahí. Siempre ha estado ahí. Simplemente no lo queríamos ver o quizás llegabamos hasta donde se encontraba pero no queríamos mirar.

Llegamos hasta el rio. El río representa, entre otras cosas, el obstáculo, el peligro, lo que nos separa de los otros, lo que desconocemos o no queremos ver del todo. Cruzar el rio equivale a salir al encuentro no sólo de la naturaleza sino de nuestra propia y más íntima naturaleza: nuestro verdadero ser interior. Y tiene que ver tanto con los miedos ….. Y normalmente con miedos irracionales.

¿Que hacer? Sin lugar a dudas, ante algo que nos da miedo, lo mejor es actuar, hacer algo. Entonces el miedo se convierte en otra cosa. Cuando tenemos miedo, es importante pasar a la acción, aunque esta no sea la mejor, ni la más efectiva, siempre es preferible actuar, pues de esta manera el miedo disminuye y aumenta la confianza en nosotros. Si huimos o evitamos lo que nos produce temor, el alivio es momentáneo pero refuerza el miedo, y este cada vez se hace más grande.

Detrás de los miedos, se encuentra la falta de confianza en nuestros recursos para afrontar la situación. Por lo tanto, ante una situación en la que se siente miedo, hay que decir: “puedo afrontarlo”. El miedo se vence actuando, no hay otro camino.

¿Y que pasa con nuestro río? Si cruzar el rio nos da miedo… tenemos que actuar. Como prevención podemos mirar si tiene mucha profundidad, o quizás si miramos detenidamente encontremos un puente sólido que nos ayude…. o una mano que nos acompañe. Cruzar el rio significará un cambio.
Tenga presente siempre, las personas SE ARREPIENTEN DE LO QUE NO HAN HECHO… Jamás de lo que hicieron (para bien… o para mal).

No hay comentarios:

Publicar un comentario